En el
siglo XIX se separó una ciencia mecanicista y determinista (lo que se atribuye
a ciencias duras) cuyo objeto era comprender la totalidad de la naturaleza
(Laplace, Kelvin, Lagrange…) de unas disciplinas humanísticas (ciencias
blandas) que abarcarían el lado romántico, idealista y sublime del hombre y sus
creaciones diferenciándose de todo lo natural – la civilización, historia,
derecho, arte, poesía, política- (Rousseau, Hegel, Ruskin, etc.).
Llama la
atención que al hablar sobre ciencias duras se utiliza la palabra mecanicismo
cuya definición en el diccionario de la RAE es: “Doctrina según la cual toda realidad natural tiene una estructura
semejante a la de una máquina y puede explicarse mecánicamente”. A partir
de Descartes, el término mecanicismo se define también como la teoría según la
cual la Naturaleza misma no es más que una máquina, o bien que la estructura y
el funcionamiento de la Naturaleza es comparable al de una máquina. Se llega, entonces, a la conclusión de que
esta filosofía niega todo lo espiritual y lo relacionado con lo metafísico, al
menos, en su participación en el funcionamiento de la naturaleza, y que, por lo
tanto su creencia en el materialismo.
En
cuanto a las ciencias blandas se habla de romántico o idealista. La idea del
romanticismo (filosófico) es la reacción contra el clasicismo, el intelecto, y
la razón de la civilización basándose en
la emoción subjetiva y la espontaneidad del acto creativo. El idealismo
filosófico tiene como definición: “Sistema
filosófico que propone la idea como principio del ser y del conocer, por encima
de cualquier consideración práctica”. Es decir el idealismo afirma la
preeminencia de la conciencia sobre la materia y que el mundo material que
pretendemos conocer es sólo una creación del mundo ideal. Por lo tanto esta
corriente filosófica defiende lo espiritual sobre lo material.
Queda
claro como las ciencias duras se dedican al estudio del funcionamiento de la
naturaleza mediante el experimento y la conclusión y que sus resultados se
podrán predecir bajo unas condiciones dadas del entorno. Sin embargo, las
ciencias blandas se ocupan, además, de la parte sentimental y emocional del ser
humano. Su experimentación se basa a través del comparativismo, es decir a
través de la utilización del método comparado con experiencias análogas que se
dan en otros países o en otros momentos o en otras situaciones; y, más recientemente,
también la apropiación por parte de las ciencias sociales del llamado criterio
sistémico. En estas ciencias se estudia además todo lo relacionado a la
metafísica y a lo espiritual, al contrario que la ciencias duras, que todo
tiene una explicación mediante fenómenos explicables y predecible en cuanto a
su comportamiento. Es decir, las ecuaciones de Maxwell se cumplen siempre, sin
embargo, el comportamiento de una población de un país determinado será mucho
más impredecible.
Generalmente,
suele hablarse de ciencias duras
para referirse a las matemáticas y la física, debido a que
tradicionalmente han logrado alcanzar un alto grado en la formalización
matemática de sus teorías, así como un gran poder predictivo, “en general”. Por
el contrario, las denominadas ciencias
blandas se encuentran en un estado de desarrollo que no ha dado
lugar “aun” a tales logros. Y aquí entran tanto las ciencias experimentales, como
las sociales y las
denominadas humanidades.
Sin embargo, obviamente, hay
grados de dureza-blandura dentro de las diferentes disciplinas de una misma
ciencia. A las Ciencias duras le seguirían las químicas y biológicas,
por su grado de “madurez”. Estas dan lugar a constructos teóricos que “suelen”
ser más fáciles de corroborar-refutar que
los de otras disciplinas. Las subdisciplinas
llamadas históricas (como la paleontología, geomorfología, etc.),
por ejemplo, son más blandas que
las que permiten experimentación y replicabilidad, generalmente haciendo uso de
diseños experimentales de laboratorio. “La historicidad” siempre acarrea problemas de diferente índole.
Para
terminar, voy mencionar, como anédcota lo que encontré en un foro con esta
frase que introduce el tema a debatir: “quiero
saber que opinan al respecto. ¿Es el póker una ciencia blanda, o sea lo más
importante es preocuparse de los jugadores y no tanto de las cartas? ¿O bien,
es una ciencia dura, donde lo más importante son las estadísticas..?”
http://www.pokerchile.cl/foro/showthread.php?9383-Poker-Ciencia-blanda-o-ciencia-dura
Referencias:
Referencias:
http://www.madrimasd.org/blogs/universo/2010/01/31/135123
http://www.webdianoia.com/glosario/display.php?action=view&id=210&from=action=search%7Cby=M%7Cnr_page=2
http://html.rincondelvago.com/romanticismo-filosofico.html
http://html.rincondelvago.com/romanticismo-filosofico.html
Cuidado: el editor tiene arriba un campo específico para el título y las etiquetas se añaden en el formulario que proporciona la barra de la derecha. Ya he hecho los cambios, pero ¡no me tengáis de niñera! ;-P
ResponderEliminarjajaja, vale tío, gracias!!!
ResponderEliminarAdemás de la curiosísima referencia que pones, echo en falta el resto de las cosas que habrás consultado para la elaboración de la entrada.
ResponderEliminarJoaquín, acabo de añadir las referencias con las que me he apoyado en la elaboración de esta entrada. Un pequeño despiste, disculpa.
ResponderEliminarUn saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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