viernes, 1 de marzo de 2013

CIENCIAS DURAS Y CIENCIAS BLANDAS

                En el siglo XIX se separó una ciencia mecanicista y determinista (lo que se atribuye a ciencias duras) cuyo objeto era comprender la totalidad de la naturaleza (Laplace, Kelvin, Lagrange…) de unas disciplinas humanísticas (ciencias blandas) que abarcarían el lado romántico, idealista y sublime del hombre y sus creaciones diferenciándose de todo lo natural – la civilización, historia, derecho, arte, poesía, política- (Rousseau, Hegel, Ruskin, etc.).
                Llama la atención que al hablar sobre ciencias duras se utiliza la palabra mecanicismo cuya definición en el diccionario de la RAE es: “Doctrina según la cual toda realidad natural tiene una estructura semejante a la de una máquina y puede explicarse mecánicamente”. A partir de Descartes, el término mecanicismo se define también como la teoría según la cual la Naturaleza misma no es más que una máquina, o bien que la estructura y el funcionamiento de la Naturaleza es comparable al de una máquina.  Se llega, entonces, a la conclusión de que esta filosofía niega todo lo espiritual y lo relacionado con lo metafísico, al menos, en su participación en el funcionamiento de la naturaleza, y que, por lo tanto su creencia en el materialismo.
                En cuanto a las ciencias blandas se habla de romántico o idealista. La idea del romanticismo (filosófico) es la reacción contra el clasicismo, el intelecto, y la razón de la civilización  basándose en la emoción subjetiva y la espontaneidad del acto creativo. El idealismo filosófico tiene como definición: “Sistema filosófico que propone la idea como principio del ser y del conocer, por encima de cualquier consideración práctica”. Es decir el idealismo afirma la preeminencia de la conciencia sobre la materia y que el mundo material que pretendemos conocer es sólo una creación del mundo ideal. Por lo tanto esta corriente filosófica defiende lo espiritual sobre lo material.
                Queda claro como las ciencias duras se dedican al estudio del funcionamiento de la naturaleza mediante el experimento y la conclusión y que sus resultados se podrán predecir bajo unas condiciones dadas del entorno. Sin embargo, las ciencias blandas se ocupan, además, de la parte sentimental y emocional del ser humano. Su experimentación se basa a través del comparativismo, es decir a través de la utilización del método comparado con experiencias análogas que se dan en otros países o en otros momentos o en otras situaciones; y, más recientemente, también la apropiación por parte de las ciencias sociales del llamado criterio sistémico. En estas ciencias se estudia además todo lo relacionado a la metafísica y a lo espiritual, al contrario que la ciencias duras, que todo tiene una explicación mediante fenómenos explicables y predecible en cuanto a su comportamiento. Es decir, las ecuaciones de Maxwell se cumplen siempre, sin embargo, el comportamiento de una población de un país determinado será mucho más impredecible.
                 Generalmente, suele hablarse de ciencias duras para referirse a las matemáticas y la física, debido a que tradicionalmente han logrado alcanzar un alto grado en la formalización matemática de sus teorías, así como un gran poder predictivo, “en general”. Por el contrario, las denominadas ciencias blandas se encuentran en un estado de desarrollo que no ha dado lugar “aun” a tales logros. Y aquí entran tanto las ciencias experimentales, como las sociales y las denominadas humanidades. Sin embargo, obviamente, hay grados de dureza-blandura dentro de las diferentes disciplinas de una misma ciencia. A las Ciencias duras le seguirían las químicas y biológicas, por su grado de “madurez”. Estas dan lugar a constructos teóricos que “suelen” ser más fáciles de corroborar-refutar que los de otras disciplinas. Las subdisciplinas llamadas históricas (como la paleontología, geomorfología, etc.), por ejemplo, son más blandas que las que permiten experimentación y replicabilidad, generalmente haciendo uso de diseños experimentales de laboratorio. “La historicidad” siempre acarrea problemas de diferente índole.
                Para terminar, voy mencionar, como anédcota lo que encontré en un foro con esta frase que introduce el tema a debatir: “quiero saber que opinan al respecto. ¿Es el póker una ciencia blanda, o sea lo más importante es preocuparse de los jugadores y no tanto de las cartas? ¿O bien, es una ciencia dura, donde lo más importante son las estadísticas..?”
http://www.pokerchile.cl/foro/showthread.php?9383-Poker-Ciencia-blanda-o-ciencia-dura

Referencias:
http://www.madrimasd.org/blogs/universo/2010/01/31/135123

5 comentarios:

  1. Cuidado: el editor tiene arriba un campo específico para el título y las etiquetas se añaden en el formulario que proporciona la barra de la derecha. Ya he hecho los cambios, pero ¡no me tengáis de niñera! ;-P

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  2. Además de la curiosísima referencia que pones, echo en falta el resto de las cosas que habrás consultado para la elaboración de la entrada.

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  3. Joaquín, acabo de añadir las referencias con las que me he apoyado en la elaboración de esta entrada. Un pequeño despiste, disculpa.

    Un saludo.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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